Les juro que este abandono no ha sido intencional. Realmente en las últimas semanas mi vida se ha complicado un poco y el poco tiempo que tengo disponible realmente lo estoy usando para desestresarme un poco. Por asuntos técnicos, no puedo comentarles lo que pasa, pero siéntanse tranquilos en saber que no es nada malo (desde un punto de vista objetivo es muy bueno), no estoy triste, no es nada life-threatening y estoy afrontándolo todo de la mejor forma dentro de mis posibilidades.
Time to grow up. Time to step up to the plate. Time to be all that I can be.
Lo malo es que si antes no tenía mucho tiempo para postear, ahora voy a tener menos, pero haré mis mejores esfuerzos para no abandonar tanto el blog.
Mientras tanto, les hago un resumen de lo que les puedo comentar de mis últimas semanas.
Mi niña, la luz de mis ojos, mi compañera de bonches, la que ha estado fielmente a mi lado durante por los últimos nueve años, se pudrió hace 2 semanas. Un Sabado estaba haciendo una diligencia con una amiga cuando de pronto la jeepioneta comenzó a sonar medio raro. Desde que comenzó el sonido, supe inmediatamente qué era lo que estaba pasando. Poco a poco el guía comenzó a ponerse duro, el sonido a empeorar; mi amiga me preguntó que era lo que estaba pasando y tranquilamente le dije que la cremallera se había dañado. Ella medio se asustó y me preguntó qué iba a pasar. “Nada”, fue mi respuesta. “Vamos a hacer lo que íbamos a hacer, nos paramos en la bomba a echarle líquido hidráulico y llevarla al taller el Lunes.” Hicimos nuestra diligencia, nos paramos en la bomba y le eché casi 2 potes de líquido hidráulico. Llevé a mi amiga a su casa (a 4 cuadras de la bomba) y cuando estaba dando reversa en el parqueo, pude ver la mancha en el piso; el asunto era grave. Llegué tranquilamente a casa y estacioné la niña; anduve el resto del día con mis amigas y en la noche volví a casa a buscarla (iba a juntarme con Ana quien estaba de visita). Cuando llegué lo primero que vi fue el “charcaso” en el piso del parqueo y el trayecto hacia la calle (mi parqueo está en pendiente). Abrí el bonete; el receptáculo estaba vacío. La prendí, pero el guía no daba nada, estaba más duro que mi cabeza (y yo tengo la cabeza DURA). Mocus abajus, llamé a Ana y le dije que no iba a poder salir.
Los que me conocen saben el cariño que le tengo a mi jeepioneta, así que se podrán imaginar la depre que me entró. No puedo negar que el Sabado me quillé fuertemente. El año pasado le gasté unos chelito muy fuertes arreglándola, pero estaba consciente de todas las cosas que tenía defectuosas y tenía que arreglárselas (y si el año pasado le gasté mucho, lo malo era que ahora iba a tener que gastarle más porque eran más las cosas que había que arreglar). Tristemente mi niña tiene 9 años y ya todo va “downhill” a partir de ahora. Me puse a analizar; ¿valía realmente la pena invertirle tanto dinero? ¿No sería mejor sacrificarme un poco y comprar un vehículo nuevo? ¿Podía dejar a mi bebé? Con el quille me fui a una feria de Toyota que había en el Banco Popular, pero nada de lo que vi me gustó. Y ni hablar de los precios.
¿Se recuerdan que ahorita mencioné que tengo la cabeza muy dura? Ahora van a ver por qué.
A mí no me gustan los carros; soy una persona de jeepeta. Y no cualquier jeepeta. No me gustan las grandes, sólo las medianas (como la mía). No me gustan los vehículos europeos, no me gustan los vehículos americanos, sólo me gustan los vehículos japoneses, y no cualquiera. No se si es japonés, pero no me gustan los Hyundai; si me dicen Suzuki, pienso en un motor (un Yamaha, algo de eso); de las Kia mejor ni hablo; no conozco jeepetas Mazda; las Toyota no me gustan… (¿van entendiendo?). Y ninguna viene en mamey. ¿Cuál me gusta? ¡La mía! (además, la mía Honda se presta para mods; no me imagino metiéndole un header y cambiándole la moflería a una RAV-4) En ese momento no había visto la caja nueva de la CR-V, pero las cajas que salieron después de la mía tampoco me agradaban mucho. ¡Qué lío!
Por otro lado, eso de los molongos está duro. Entre números y numeritos, iba a tener que meterme en un préstamo y pagar una suma exorbitante mensual. Siendo lógica, disponer de ese monto mensualmente es arroparme con una sábana que no me cubre, y yo no soy el tipo de personas que tiendo a enliarme (gracias a Dios no debo un chele un la calle; no me gustan los préstamos, si no puedo comprarme algo en un momento lo que hago es ahorrar y comprarlo después).
Aparte de eso, tengo planes para mi vida e invertir esa suma de dinero me los trastorna de cabo a rabo. Ahora mismo están pasando muchas cosas y creo que no es el momento más recomendable estratégicamente hablando para tomar ese tipo de decisión.
Mientras tanto, mi niña estaba en el parqueo, desangrada. Tomé la decisión; sin importar lo que pasara, tenía que arreglarla porque a pié no podía quedarme y para venderla tenía que repararla. El Lunes en la mañana temprano la llevé al taller. Me despedí de ella con lágrimas en los ojos y puse cara fuerte para afrontar este nuevo reto que la vida me tendía.
Lo malo es que si antes no tenía mucho tiempo para postear, ahora voy a tener menos, pero haré mis mejores esfuerzos para no abandonar tanto el blog.
Mientras tanto, les hago un resumen de lo que les puedo comentar de mis últimas semanas.
Mi niña, la luz de mis ojos, mi compañera de bonches, la que ha estado fielmente a mi lado durante por los últimos nueve años, se pudrió hace 2 semanas. Un Sabado estaba haciendo una diligencia con una amiga cuando de pronto la jeepioneta comenzó a sonar medio raro. Desde que comenzó el sonido, supe inmediatamente qué era lo que estaba pasando. Poco a poco el guía comenzó a ponerse duro, el sonido a empeorar; mi amiga me preguntó que era lo que estaba pasando y tranquilamente le dije que la cremallera se había dañado. Ella medio se asustó y me preguntó qué iba a pasar. “Nada”, fue mi respuesta. “Vamos a hacer lo que íbamos a hacer, nos paramos en la bomba a echarle líquido hidráulico y llevarla al taller el Lunes.” Hicimos nuestra diligencia, nos paramos en la bomba y le eché casi 2 potes de líquido hidráulico. Llevé a mi amiga a su casa (a 4 cuadras de la bomba) y cuando estaba dando reversa en el parqueo, pude ver la mancha en el piso; el asunto era grave. Llegué tranquilamente a casa y estacioné la niña; anduve el resto del día con mis amigas y en la noche volví a casa a buscarla (iba a juntarme con Ana quien estaba de visita). Cuando llegué lo primero que vi fue el “charcaso” en el piso del parqueo y el trayecto hacia la calle (mi parqueo está en pendiente). Abrí el bonete; el receptáculo estaba vacío. La prendí, pero el guía no daba nada, estaba más duro que mi cabeza (y yo tengo la cabeza DURA). Mocus abajus, llamé a Ana y le dije que no iba a poder salir.
Los que me conocen saben el cariño que le tengo a mi jeepioneta, así que se podrán imaginar la depre que me entró. No puedo negar que el Sabado me quillé fuertemente. El año pasado le gasté unos chelito muy fuertes arreglándola, pero estaba consciente de todas las cosas que tenía defectuosas y tenía que arreglárselas (y si el año pasado le gasté mucho, lo malo era que ahora iba a tener que gastarle más porque eran más las cosas que había que arreglar). Tristemente mi niña tiene 9 años y ya todo va “downhill” a partir de ahora. Me puse a analizar; ¿valía realmente la pena invertirle tanto dinero? ¿No sería mejor sacrificarme un poco y comprar un vehículo nuevo? ¿Podía dejar a mi bebé? Con el quille me fui a una feria de Toyota que había en el Banco Popular, pero nada de lo que vi me gustó. Y ni hablar de los precios.
¿Se recuerdan que ahorita mencioné que tengo la cabeza muy dura? Ahora van a ver por qué.
A mí no me gustan los carros; soy una persona de jeepeta. Y no cualquier jeepeta. No me gustan las grandes, sólo las medianas (como la mía). No me gustan los vehículos europeos, no me gustan los vehículos americanos, sólo me gustan los vehículos japoneses, y no cualquiera. No se si es japonés, pero no me gustan los Hyundai; si me dicen Suzuki, pienso en un motor (un Yamaha, algo de eso); de las Kia mejor ni hablo; no conozco jeepetas Mazda; las Toyota no me gustan… (¿van entendiendo?). Y ninguna viene en mamey. ¿Cuál me gusta? ¡La mía! (además, la mía Honda se presta para mods; no me imagino metiéndole un header y cambiándole la moflería a una RAV-4) En ese momento no había visto la caja nueva de la CR-V, pero las cajas que salieron después de la mía tampoco me agradaban mucho. ¡Qué lío!
Por otro lado, eso de los molongos está duro. Entre números y numeritos, iba a tener que meterme en un préstamo y pagar una suma exorbitante mensual. Siendo lógica, disponer de ese monto mensualmente es arroparme con una sábana que no me cubre, y yo no soy el tipo de personas que tiendo a enliarme (gracias a Dios no debo un chele un la calle; no me gustan los préstamos, si no puedo comprarme algo en un momento lo que hago es ahorrar y comprarlo después).
Aparte de eso, tengo planes para mi vida e invertir esa suma de dinero me los trastorna de cabo a rabo. Ahora mismo están pasando muchas cosas y creo que no es el momento más recomendable estratégicamente hablando para tomar ese tipo de decisión.
Mientras tanto, mi niña estaba en el parqueo, desangrada. Tomé la decisión; sin importar lo que pasara, tenía que arreglarla porque a pié no podía quedarme y para venderla tenía que repararla. El Lunes en la mañana temprano la llevé al taller. Me despedí de ella con lágrimas en los ojos y puse cara fuerte para afrontar este nuevo reto que la vida me tendía.
2 comments:
Hola, que gusto tenerte de vuelta.
A veces las cosas son asi, a uno se le caen todos los palitos. Pero na', pa' lante...
Edwin
Bracuuuuta!!!!
Que bueno es volver a leerte :)
Me siento contento que hayas tomado la decision de no meterte en lo de un prestamo para un carro nuevo. Cuando empeze a leer este post temia que ibas a llegar a eso.
Hace ya algun tiempo puse este link en el meatlocker, es un video/slide show que no dura mucho que le habre los ojos a cualquiera, sobre lo estupido que es financiar un carro nuevo. Aunque tu no lo necesitas, tal vez algun otro lector tuyo lo pueda encontrar valioso, aqui esta:
http://www.daveramsey.com/etc/lms/drive_free/player.cfm
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