El primer amanecer del 2006

A las 5:30 am sonó el despertador y luego de aguantar varios insultos de Bomba (le molesta que la levante a horas no cristianas), arranqué para El Malecón. Como siempre, había un ligerillo tapón por la zona del Robert Reid, así que enfilé “Malecón a la derecha”, pero no llegué muy lejos. Un poco más allá de donde desemboca la Churchill estaba bien tranquilo. Habían unos cuantos carros, pero estaba muy despejado.
Cuando llegué estaba comenzando a aclarar, pero luego de más de 16 años cumpliendo este ritual, sé que el sol sale rato después.
Por primera vez en muchos años, no estaba lloviendo y no había llovido la noche anterior. El lugar estaba de ensueño. La verdad es que sentí una conexión con la naturaleza. El Señor se manifestó y se la lució este año con el amanecer. Hacía mucho tiempo que no había visto uno tan bello.

Extrañamente, sentí un poco de nostalgia. Todo el que estaba ahí estaba acompañado, ya sea por amigos o con su respectiva pareja. Sin embargo, yo estaba sola. Jose me había dicho que lo llamara para acompañarme, pero como andaba con sus amigos y su novia de bonche, no quise molestarlo (aunque me llamó un rato después).

Tuve muchos sentimientos encontrados en ese momento. Me sentí triste, sola, pero a la vez muy contenta. En esos momentos una se pone a pensar disparates, y yo particularmente pensé muchos. Por momentos se me dibujaba una sonrisa y por otros sentía que lágrimas se asomaban a mis ojos.
Hacía mucho tiempo que no me ponía tan sentimental…
Creo que fue el momento. Creo que fue toda la belleza que estaba a mi alrededor. Creo que fueron tantas cosas que ni siquiera puedo pensarlo. Lo que sí puedo decir es que me sentí maravillosamente bien.

Y luego salió:

Gracias, Señor por tantas cosas buenas. Gracias, Señor no sólo por las buenas, sino también por las malas. Gracias, Señor, por todo…
Tengo el presentimiento de que este año va a ser muy bueno…
Felicidades a todos!

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