Escribo este post con lágrimas en los ojos.
Ha muerto Francia Almonte, quien por años fuera la Directora del Departamento de Español en el St. George School, mi alma mater.
Señora Almonte, no tengo cómo agradecerle todo lo que usted hizo por mí. Siempre recordaré su caminar fuerte, decidido, sus mega-lentes que estoy segura usaba tan grandes para poder ver todo a su alrededor. No sólo nos dió lecciones de educación, sus lecciones de vida no tienen precio.
Sólo con su mirada hacía que nos enderezáramos. Su sola presencia nos hacía pensar las cosas dos veces. Su autoridad fue un ejemplo para todos.
Le quiero pedir perdón nuevamente por aquella vez en que Paola, Norma, Katherine, Ailen y yo nos escapamos del colegio por la puerta delantera, pero se que en el fondo usted siempre supo que eso sólo fue una travesura infantil (recuerde que nuestros padres sabía que íbamos a hacerlo). Todavía recuerdo el "¡San Antonio!" largo y tendido que echó cuando estábamos todas juntas en su oficina, luego de que Nerys nos fuera llamando a todas, una a una, por la bocina. "¿Es que ustedes me quieren volver looooooca?" No, señora Almonte, esa nunca fue nuestra intención (bueno, quizás un poco, sí).
También quiero agradecerle por aquella vez que llamó a mi mamá para decirle que me estaba "merodeando" un "muchachito que no pintaba nada bueno." No le niego que me molesté por eso, para mí fue un atrevimiento de su parte el meterse en mi vida privada, pero hoy lo veo con otros ojos y aprecio su acción. Ciertamente, usted tenía razón, ese "muchachito" no era nada bueno.
Nunca se lo dije, pero su MR2 azul estaba "mortal". (Sí, disculpe, esa no es la forma correcta de expresarme, pero es que de verdad estaba "mortal".)
Usted no lo sabe, pero cada vez que me tengo que poner la corbata para ir a los tribunales me la pongo como debe ser, nunca tengo la camisa por fuera y me pongo los zapatos del color que tengo que ponérmelos. Todo eso en parte gracias a usted.
Gracias por ser modelo de autoridad, de educación, de entereza, de firmeza, de rectitud. No la volví a ver desde que me gradué del colegio, pero quiero que sepa que su recuerdo y sus enseñanzas siempre han estado a mi lado por todos estos años.
Espero que esté tranquila al lado del Señor. Allá encontrará a quienes "poner en cintura" de la manera que usted siempre lo supo hacer.
Paz a sus restos. Gracias por todo. Nos vemos allá arriba.
Monday, July 25, 2011
Buen viaje, señora Almonte.
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