Hace unas cuantas semanas unos amigos cercanos, junto a otro grupo grande de amigos, se fueron de fin de semana para Sunscape Uvero Alto. El 14 de abril, en horas de la tarde, mis amigos estaban compartiendo con el resto del grupo en la piscina del hotel cuando de pronto uno de ellos se dio cuenta que una mujer, quien estaba caminando junto a un hombre, se paró cerca de la mesa donde estaba puesta su ropa y de pronto la cogió y siguió caminando. El dueño de la ropa, a quien llamaré Carlos, se salió de una vez de la piscina, se acercó a la pareja de turistas y les dijo que esa era su ropa. Hubo un intercambio de palabras y Carlos les arrebató la ropa. Al dar la vuelta de una vez revisó su cartera y se dio cuenta de que todo su dinero y documentos estaban ahí. Siguió caminando y después se recordó de su móvil y sus lentes de sol. Los buscó y al no encontrarlos inmediatamente se devolvió a buscar a la pareja. Mientras tanto, el resto del grupo salió de la piscina y lo ayudaron a buscar a los turistas. Cuando por fin logran darle alcance, sólo se encuentran con el hombre, a quien le piden que le devuelva el móvil y los lentes, pero este se hace el “chivo loco” y dice que no sabe de qué están hablando. En eso un seguridad del hotel se dá cuenta y se acerca. Cuando siguen insistiendo y preguntándole que dónde estaba la mujer que andaba con él y quien resultó ser su esposa, el hombre responde diciendo que no sabía, por lo que deciden ir, acompañados del seguridad, a la habitación a esperar que la esposa apareciera.
Mientras tanto, otro de los del grupo comienza a llamar al móvil y le responde una mujer. El dominicano le dijo que develviera el móvil y ella le respondió que ella era del Norte de Canadá, que ella era inmune, que se iba a quedar con el móvil y que él no podía hacer nada al respecto. Luego de esto, trancó la llamada y apagó el móvil.
Mientras tanto, los demás llegaron a la habitación a esperar. Cuando por fin llega la mujer, les dijo que venía de la playa (sin un grano de arena encima). Cuando le preguntaron por el móvil y los lentes, dijo que no sabía de lo que le están hablando. Siguen en la discusión y frente a la negativa de los turistas, el seguridad les dice que deben acompañarle al Lobby del hotel para resolver la situación con las autoridades. La pareja se resiste, por lo que el seguridad se aleja un momento del grupo para llamar a pedir "refuerzos". En un momento de despiste, la pareja abrió la puerta de su habitación y se trancaron dentro. Ahí comienza lo bueno.
La habitación de los turistas era una de esas habitaciones que están compartidas y que se dividen por una puerta, que usualmente está cerrada si no es necesario compartir las habitaciones. Para su mala suerte, le habitación contigua estaba ocupada por otras personas que estaban en el grupo. Ellos se acercaron a la puerta y escucharon que el hombre le esteba dando GOLPES a la mujer y ordenándole que buscara el móvil y los lentes, porque era ella quien los tenía. Los dominicanos inmediatamente llamaron al seguridad y lo pusieron a escuchar por la puerta. El seguridad escuchó cuando el hombre y la mujer ACEPTABAN entre ellos que habían cometido los hechos, así que con más fe decidieron involucrar a la Policía.
Ahí llegó el otro seguridad y visto el escándalo que tenían en la habitación (porque aparentemente el hombre le estaba dando duro), los seguridad decidieron abrir la puerta. Cuando abrieron la puerta, los dos turistas estaban como si no hubiese sido con ellos, insistiendo en que no estaba pasando nada y que no sabían nada del móvil y de los lentes. Después bajaron al lobby y luego de varias discusiones, decidieron ir todos a la Policía Turística.
Ya en el Destacamento, Carlos puso la correspondiente querella. Como los que estaban ahí habían sido testigos presenciales de los hechos, la Policía no tuvo más remedio que retener a los turistas, poniéndolos en celdas diferentes. La Policía les dijo que si querían resolver las cosas por la buenas, simplemente debían pagarle a Carlos los montos correspondientes al móvil y a los lentes.
El móvil era un
Sony Ericsson P990, que cuesta RD$24,000.00, y los lentes eran unos Ray Ban originales, que cuestan alrededor de US$150.00. Los turistas se negaron a pagar e insistían en que no sabían nada.
Después de un rato (no más de 1 hora), el hombre se desesperó y dijo que quería irse, por lo que aceptaba a pagar. Dijo entonces que no tenía dinero en efectivo, por lo que tenía que hacer un
cash advance de su tarjeta de crédito, pero que la tarjeta debía ser firmada por él y por su esposa (parece que ellos creían que de verdad estaban en un país de indios o en la jungla). Todos los que estaban le dijeron que no eran estúpidos, que las tarjetas de crédito se firman por una persona. En eso vuelven con la discutidera, hasta que al fin el turista aceptó ir él solo y que su esposa se quedara en el destacamento hasta tanto él pagara.
Todo el grupo volvió al Lobby del hotel, donde el hombre hizo un cash advance de su tarjeta por la suma de RD$27,000.00. El hotel hizo que firmara un descargo, le entregaron el dinero a Carlos y volvieron a la Policía para que pusieran en libertad a la mujer.
Me cuentas mis amigos que la pareja estaba no borracha, AJUMADA en buen Dominicano, arrastrándose del “jumo”. El tufo a alcohol era tan grande que era más que obvio que ambos estaban COMPLETAMENTE INTOXICADOS.
Resulta ser y viene a dar el caso que la “pobre pareja de turistas” ahora ha armado un escándalo en Canada, alegando que fue todo un contubernio del hotel con locales para robarles US$1,000.00. Dicen que los acusaron de haberse robado un móvil sin ser verdad, que los metieron en una cárcel por más de 12 horas y que los amenazaron diciéndoles que si no les pagaban algo peor les iba a pasar a su esposa. Peor aún, dicen que cuando les forzaron a sacar el dinero, ellos vieron cuando el gerente del hotel dividó el dinero entre 3 (es decir, el hotel, los locales y la Policía). Han armado un escándalo tan grande que hasta ha salido en la
TV y en los periódicos de Canada. Hasta han abierto un
forum en tripadvisor, acabando con el hotel y con nuestra tierra.
La gente defiende a los turistas porque son una “pareja respetable”. El es banquero, ella una profesora de colegio.
Parece que ahora para ser criminal uno de los requisitos es ser desempleado, sin carrera y sin estudios.
Parece que sólo los que vivimos en países tercermundistas somos los que terminamos siendo criminales.
La gente cree que realmente nosotros vivimos en la jungla. Vienen a disfrutar de nuestras playas, de nuestras arenas, de nuestro sol, de nuestra gente, DE NUESTRO ALCOHOL EN CANTIDADES EXHORBITANTES y entonces se creen que por el simple hecho de que son extranjeros son inmunes a las leyes y quieren hacer un escándalo internacional para dañar la reputación del país.
Valga la aclaración de que el personal del hotel y los miembros de la Policía Turística trataron a nuestros visitantes con el mayor respeto (como la "industria del turismo" es la que más divisas deja, aquí nos cuidamos mucho con eso).
El caso de un par de gente que se dieron un m.... JUMASO, hicieron una loquera pensando que aquí no habían leyes y que por el simple hecho de que su pasaporte era de otro país se iban a quedar inmunes.