Tuesday, December 21, 2004

Bah, humbug!

Creo que el estar trancada en mi casa las últimas 3 semanas me han puesto medio de mal humor, pero a la vez pienso que tengo la razón...
La semana pasada unos pendejos se dieron a la tarea de despertar a todo el vivo que dormía en Paraíso. Primero tiraron un montante (¿se llaman así todavía?) a eso de las 6 de la mañana en el hoyo del desague de mi edificio. No se imaginan como esa vaina retumbó en el edificio. Todas, and I mean TODAS, las alarmas de los carros se dispararon, creo que de la cuadra entera...
Al otro día el mismo relajito, pero como 1 cuadra más arriba. Igual el día después. Hay que estar sin oficio para fuñir de esa manera.
El Domingo como a eso de las 5 de la tarde, mientras estaba disfrutando mi afternoon nap luego de darme una "jartura" de comida china (de nuevo, nada positivo para mi "muffler"), los PENDEJOS del edificio del frente decidieron comenzar a tirar tumbagobiernos (¿y estos, se siguen llamando así?), al solar baldío que está al lado de mi edificio. Aunque parezca difícil creerlo, sonaron más duros que los que tiraron en hoyo del desague de la calle. Al principio no sabía que eran ellos, pero mi tía me llamó para decirme que la alarma de mi jeepote estaba disparada y tuve que bajar a resetearla. En lo que estaba ahí, aproveché para calentarla y en eso tiraron otro. Salí como una desaforada a ver si encontraba a quien los estaba tirando, pero luego de dar varias vueltas a la manzana, no encontré a nadie y enfilé de nuevo para casa (claro, hay que tomar en cuenta que me había "robado" el jeepote, ya que no podía manejar por órdenes médicas). Cuando estaba doblando la esquina, tiraron otro montante. Ya no me cabía duda, era del edificio del frente que lo estaban tirando.
Hace 2 Navidades a los residentes del edificio T.M. les cogió con tiran todo tipo de fuegos artificiales (mientras más sonoros, mejor), a todas horas y todos los días en el mismo solar baldío, desde que entró diciembre. Me preguntaba por qué no los tiraban en su mismo edificio, en el parqueo, para que retumbaran mejor, pero es más gracioso tirárselos a los vecinos para así aprovechar y fuñir un poco. Un día no pude aguantar más y los enfrenté, pidiéndoles que por favor respetaran que mi abuela dormía justo a lado del solar, y cada vez que comenzaban con el relajito la pobre brincaba como un chivo. Puede sonar chistoso, pero no lo es tomando en consideración que pasa de los 90 años.
El año pasado se portaron bien, pero este han comenzado a fuñir otra vez. En el edificio vive un militar de alto rango (lo se por su mega-jeepeta con placa oficial y el guardia que vigila el edificio), pero a mi eso me dió 3 pitos y 5 jicoteas. Les mandé a decir con el mismo guardia que cortaran el relajito, que si no se recordaban que la policía había informado que tirar fuegos artificiales de ese calibre estaba prohibido y que sólo se permitiría el 24 y el 31, y que si volvían a tirar otra vaina de esas yo misma iba a llamar a la Policía y que no me importaba quién era que vivía en el edificio, el relajito se les iba a acabar.
Parece que dió resultado, pues cortaron la tiradera.
Esperé como 1 hora y nada, así que decidí salir y comprarles fuegos artificiales a Javier y a Camila para que disfrutaran un poco de la Navidad... After all, me encantan los fuegos artificiales y soy de las que más goza tirándolos....
¡Con algo hay que fuñir!

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