Bracuta se retira...

Parece que Santa me escuchó y me ha concedido mi petición. La camisita que me dejó en casa de mi hermana funcionó y ayer me conseguí un hombre con jeepeta y tarjeta de crédito (bueno, no exactamente, con bicicleta y moneditas).
Nos conocimos en el cine anoche y luego de ver la película juntos, me pidió matrimonio y yo acepté. Estoy tan feliz!
Trabaja en el Peace Corps y ahora mismo está en la jungla del Amazona, cumpliedo una misión con una tribu indígena. Como está en el medio de la selva, no el poblado no disfruta las comodidades típicas de la tecnología. Viviremos en una casucha de paja, con piso de tierra, a 200 kilómetros del pueblo más cercano, sin luz, sin agua corriente y sin ningún tipo de comunicación, así que no podré conectarme al internet, por lo que no podré seguir blogeando.
Este hombre es el amor de mi vida; todo lo que había esperado en un hombre y mucho más. No puedo soportar vivir un día más sin él, así que nos casaremos esta tarde por ante un Juez Civil.
Espero que me comprendan y que me deseen lo mejor.
No sé cuándo volveré a conectarme, si es que alguna vez lo vuelvo a hacer, así que espero que aprovechen mis posteos del día de hoy, ya que serán los últimos que haré.
Gracias a todos por apoyarme en esta decisión tan importante en mi vida.

Update:

¡INOCENTE MARIPOSA!