Esta semana ha sido una semana de perros. Yo que últimamente no he tenido mucho tiempo libre, creo que esta semana me pasé un poco.
Tengo un montón de trabajo, y me parece que mientras más cosas termino más me surgen.
Ayer y hoy tuvimos un entrenamiento en la oficina. El entrenamiento comenzaba temprano, así que ayer estaba en mi escritorio a las 8:30 am. Entre otras cosas me sirvió para redescubrir algo que hace ya mucho tiempo había olvidado: cuando un tema no me agrada se me hace muy cuesta arriba aprovecharlo. Puse mucha atención, empeñé mi mejor esfuerzo, pero creo que estaba predispuesta con el tema, así que estos dos días han sido ultra mega pesados para mí.
Ayer fue el lanzamiento de la página de Internet del
Apple User Group República Dominicana. Este compromiso ya lo tenía planeado desde la semana pasada y como últimamente no he podido ir a las reuniones de la Directiva (las están haciendo los Jueves y hasta abril tengo un curso (o un karma) del trabajo todos los Jueves hasta altas horas de la noche, así que ayer no podía (ni quería) faltar.
Luego de 3 meses, si tres meses en Compusistemas, por fin mi iMac estaba lista. TRES MESES. Creo que es un record. Como son las cosas, ellos no abren los Sabados y su horario de trabajo coincide justamente con el mío, así que ayer le pedí permiso a mi jefa para salir temprano y poder buscar mi máquina. Al terminar el entrenamiento salí “huyendo” de la oficina para poder llegar a Gazcue antes de las 6 (llegué 5 minutos antes porque el tránsito está magnífico estos días). Luego de media hora de esperar que me entregaran la máquina (podían ser más lentos), salí a buscar a una amiga a la que había invitado para el coro Mac. Llegué a la reunión como a las 7 y algo (la reunión era a las 6, pero mejor tarde que no ir). Compartimos un poco, llegaron 2 de mis compañeras de trabajo y hablamos un ratito. Ya a las 8:30 estábamos de saliendo del restaurant. Mis compañeras me acompañaron a llevar a mi amiga a su casa (habíamos dejado el carro de Gi en la ofi antes) y después de ahí fuimos a buscar a la persona que nos estaba dando el entrenamiento para llevarla a cenar. A las 9:10 pm ya íbamos camino a la Zona Colonial.
Se puede decir que la cena no entra en la categoría de trabajo, pero si te has pasado el día entero en un patín y ni siquiera has podido llegar a tu casa para lavarte la cara, salir con un completo extraño a cenar y tratar de ser amigable para que se lleve buena impresión de ti ES UN TRABAJO. Fuimos en Pat ‘e Palo a nuestra invitada, que era bastante tímida, así que tuvimos que hacer un esfuerzo para poder tener una velada animada. La pasamos muy bien, pero el día entero fue un rush.
Llegué a mi casa después de las 12 de la noche.
Bomba me echó un boche.
Mi mamá pensaba que me había mudado de mi casa.
Entre una cosa y otra, terminé acostándome como a la 1:30 am.
Hoy teníamos una actividad en la oficina a las 8:30, así que me tuve que levantar más temprano aún para poder llegar a tiempo. A las 9:30 ya estábamos de nuevo en el entrenamiento.
Tenía que irle a buscar un cheque a mi mamá desde hace par de días, pero por falta de tiempo no había podido hacerlo, y para que no me volviera a preguntar tomé mi hora de almuerzo para buscarlo (gracias de nuevo a los banco por cerrar a las 3 de la tarde y darnos mucho tiempo a los esclavos para poder hacer nuestras diligencias). Salí de la oficina a la 1:30 y me fui a Spring Center. Llegué a las 2 de la tarde (insisto, está muy bueno el tránsito). Necesitaba un Banco de Reservas cerca, así que cuando pregunté me dijeron que había uno en una plaza que está al lado del Supermercado El Nacional de Arroyo Hondo me fui para allá.
Recorrer las 3 cuadras que están entre El Nacional y Spring Center me tomó 15 minutos (muy bueno el tránsito también en Arroyo Hondo). Cuando llegué al Banco, me topé con una fila de más de 30 personas, con un local mega chiquito y con un olor (para no decir bajo) a gente increíble. Hice el cálculo y el tiempo no me iba a dar si quería estar en la oficina a las 3, así que llamé a mi casa, les dije que no iba a comer (mis úlceras me lo agradecieron mucho) y enfilé para el Torre Banreservas, que está al lado de mi oficina.
Siempre he tenido mis reservas con el Banco Popular, porque aunque tienen cuchumil sucursales en todos los lados, ir siempre es un suplicio porque siempre están llenas de gente. Lo mismo pasa con el Banreservas. Cada vez que tengo que ir (mensualmente), me paso por lo menos 45 minutos en fila, así que camino a la Torre iba rezando para que no hubiese mucha gente (ya eran las 2:30 pm). Después de hacer mi respectiva filita en el autobanco (sólo habían 3 carros delante de mi), llegué a la ofi faltando 10 para las 2:00 pm.
Por cierto, mis úlceras me están hablando ahora mismo y les están mandando saludos a todos mis lectores.
Yo que soñaba con acostarme temprano hoy, he tenido que resignarme y ver mis sueños ser destruidos.
Tengo una reunión de mi otro trabajo a las 7. A la misma hora tengo una reunión de la Directiva del AUGRD. Tengo que ir al Multicentro a comprar los “asuntos” para la “cosa” de esta noche (¿viste Alfonso, que no dije lo que era?). Quisiera pasar por mi casa aunque sea a bañarme y cambiarme de ropa. Voy a ir a la ”cosa” en “el sitio” a juntarme con los bloggers, pero de verdad no creo que dure mucho. Mañana mi día comienza temprano (tengo cita en el salón a las 9 am y en la tarde me voy a juntar con mis amigas del colegio, si mi cuerpo lo aguanta.
Lo único que me preocupa de esto es que estoy muy agotada y no he tenido tiempo de descansar. Un poco de estrés (y de escuatro) no hace daño de vez en cuando, pero mi cuerpo tiene forma de avisarme cuando me estoy pasando de contenta y desde esta mañana lo está haciendo.
Aparte de mis úlceras, les está mandando saludos muy afectivos mi espalda. Esa es la peligrosa. No me gusta cuando manda saludos, porque usualmente cuando no la escucho comienza a hablarme duro y entonces me da un palo.
Quiero descansar. Necesito descansar.