Para Villa en Caballo y cola ‘e motora…

El pasado Domingo fue la fiesta de Navidad de mi oficina. Este año el tema era “Blanca Navidad” y se nos pidió a todos los empleados que fuéramos vestidos de blanco. Tenía muchas expectativas, pues el año pasado la fiesta fue excelente y este año prometí ser mejor. Llegué bien temprano (a eso de las 10:45 am) y ya el lugar estaba bien animado con mucha musiquita de la que me gusta. La entrada parecía una cueva congelada, con mucha nieve y muy fria. Fuimos recibidos con Mimosas en un ambiente lleno de nieve y muebles blancos por doquier. A partir de ahí comenzó la gozadera.

Yo, Mariel y Pao


Pao, Mariel, Melina, Lidio, Claudia y Muri


Adnaloy, Muri y Gi

Luego de las palabras de nuestro Presidente (y una fotico mía en pantalla gigante), la fiesta se puso en sus buenas. Estaba dispuesta a pasarla bien (aunque me pusieran reggaeton), porque la verdad es que este año se ha trabajado con muchas fuerzas y de vez en cuando un respiro no cae nada mal. Estábamos de bonche, bailando todos (bailé el día entero, mi espalda estaba advertida de que no permitiría que se metiera en esto) y pasándola super, cuando la animadora nos preguntó si alguno estaba buscando un Diputado que animara nuestra fiesta. Como se habrán de imaginar, Sergio Vargas, aka el “Negrito de Villa” (disculpe la confianza, Señor Diputado).

Increíblemente, la que no le gusta el merengue (léase YO) estaba frente a la tarima, “given to the fish” cantando a todo pulmón. La mayoría de las canciones que cantó fueron de las viejas, de cuando el merengue todavía no se había contaminado con todos los disparates que hay hoy en día.
Después del set de Sergio tocó Jask, acompañado en las vocales con Lisa Shaw. Como se podrán imaginar, yo bailé mi musikita sin parar. El ánimo estaba tan bueno que comencé a jalar gente para que bailaran con nosotros en el escenario. ¡Cuánto gozar!
Después del DJ vino la primera sorpresa de la noche: ¡El Caballo Mayor! ¡Para qué fue eso! La gente se puso loca al compás de los merengues de Johnny Ventura. Nuevamente, ahí estaba yo al frente de la tarima, bailando a todo lo que da con los merengues clásicos de don Johnny.

Luego de más musiquita, vino la última sorpresa de la noche: Don Miguelo. No, no se emocionen; esta vez me quedé sentada en mi sillón conversando y rogándole a Dios que este set terminara rápido porque ya hasta la cabeza me estaba doliendo. Sin embargo, de vez en cuando miraba para la tarima (para que no me lo contaran… ¿alguien me puede decir por qué se llama Don Miguelo si son 2 personas las que cantan (y hasta vi uno atrás también haciendo el coro)?
Un saludo especial a Pily y a Bigotez, mis compañeros bloggers de Herrera, quienes estuvieron presentes en la fiesta (porque no todo es trabajo en la vida).


Bigotez y Pily

La comida estuvo excelente. La música excepcional. Los grupos y las sorpresas espectaculares. Los ánimos por los cielos, y como siempre los excelentes ambiente, coordinación y decoración de LifeLab Entertainment (no se podía esperar menos de ellos).
El futuro es brillante…. ¡y el 2007 lo será más aún!

Aquí unas foticos (les voy a deber la del Sr. Miguelo, pero estaba viendo para otro lado cuando "¿cantó?")