Luego de una semana bastante estresante, Mari y yo arrancamos el Sabado para Las Terrenas, uno de mis lugares favoritos del mundo.
Yo estaba lista para salir a las 7 de la mañana, pero entre una cosa y otra terminamos saliendo a las 9:30 a.m. Camino a Villa Altagracia nos topamos con Addy, Anita, Cristóbal y Victoria e hicimos una mini caravana.
De acuerdo a las últimas informaciones recibidas por Mari, por Maimón o Cotuí se había caido un puente por lo que el paso estaba cerrado, así que tuvimos que tomar el camino largo e irnos por San Francisco de Macorís donde nos encontramos a Muri, Pao, Gi y el Bubi, quienes se iban a pasar el fin de semana en Río San Juan.
Adivinen de qué equipo es el dueño de este colmado en Macorís...El viaje fue de lo más chillin; Mari se pasó una parte del camino leyendo un cuantos capítulos de
"The First Men on the Moon" y un
essay de Orson Wells. Llegamos a Las Terrenas y fuimos a nuestro hotel (
Iguana) para dejar los bultos. Señores, ¡qué ensueño! El hotel era super pequeño y cuasi familiar. Eran 8 mini casitas (habitación y baño en las sencillas, con más habitaciones las otras) de lo más coquetitas, rodeadas de una exuberante naturaleza tropical y tranquila (está lejos de la bulla, metido por un caminito chiquito y apartado), con decirles que por las noches me dormía con el sonido de los grillos. Su dueña, una señora francesa, siempre estaba atenta a todos, desayunaba con los huéspedes y ofrecía consejos a los turistas.
Nuestra casitaEl asunto es que después de desempacar, Mari y yo fuimos donde se estaba quedando el resto del grupo. Ahí nos pusimos a jugar UNO y a hablar disparates. Más tardecito fuimos a ver varios hoteles (Anita está haciendo planes para casarse próximamente en Las Terrenas) en lo que llegó Francisco, el novio de Anita, y luego fuimos a Pizza Playa, donde me comí mi clásica pizza Margarita con maíz, ajo y perejil. Hablamos un poco, bebimos un poco, cherchamos otro poco. Estábamos tan cansadas que ya a las 10 de la noche estábamos durmiéndonos en los chaisse longues de la piscina del hotel de Addy, así que nos fuimos a nuestro hotel para dormir tranquilas.
Cenando en Pizza PlayaAl otro día nos levantamos temprano y nos desayunamos en el hotel. ¡Qué ricura! Huevos al gusto, una canasta de pan, 2 tipos de mermelada, mantequilla, café, leche, chocolate, 1 plato de frutas… divine!
BreakfastDe ahí nos fuimos al hotel de Addy, pero no estaban listos así que nos fuimos a hacer rato en Playa Bonita.
Playa BonitaCuando llegó el resto del grupo nos fuimos a Playa Cosón, mi playa favorita de las Terrenas. Ya en la mañana había hablado con Rommel, quien también estaba en Las Terrenas y nos juntamos en Cosón.
Señores, ¡qué gozada! Me puse a jugar con Victoria en la arena: nos empanizamos (hacía años que no me empanizaba), enterramos a Addy en la arena, nos bañamos en el mar… en fin, una gozadera.
EmpanizadaAl rato nos picó el hambre y fuimos a un “restaurante” que estaba cerca (un carito de chimi y un BBQ). La comida estuvo excelente y baratísima: 2 servicios de langosta, 2 servicios de camarones, 1 servicio de pescado, ensalada, tostones, papas fritas, 3 cervezas y 2 botellas de agua por la módica suma de RD$2,000.00 ¡Y si hubiesen visto los tamaños de los mariscos!
"Restaurante" LuisLa comidaDespués de comer volvimos a la playa y nos encontramos a Rommel rescatando a un pana que se había quedado enchivado en la arena (cada vez que voy a Cosón me topo con alguien con el carro dañado o enchivado y tengo que rescatarlo… esta vez me salvé por un pelito).
Casi cargando la jeepeta¡Los héroes!Ya entrada la tarde nos devolvimos al pueblo y nos pusimos a jugar Monopolio y Clue. Para que vean lo chilin que estaba, estaba oyendo una musiquita de la que me gustan en la distancia y Rommel me llamó para decirme que había un bonche en la palya; yo preferí quedarme jugando Monopolio (oh.. the chillness!). Después que nos cansamos de jugar nos quedamos hablando y filosofando y después para la casita.
Este cuento hay que hacerlo: Addy había llevado Ron y limón para hacer mojitos. Allá conseguimos azúcar y Addy comenzó a “picar” una mata que había comprado en el super. Se suponía que tenía que hacerse con menta, pero no había en el super así que compró algo que se parecía mucho a la menta. Cuando comenzamos (precautoriamente) a bebernos los tragos estábamos como medio “freaked” por las “hierbitas” que tenían. Addy nos dijo que era algo que se llamaba “Melissa” y que en el super le habían dicho que era casi como la menta.
Melissa, aka Lemon Balm, resultó ser una mata medicinal anti stress, anti insomnio, anti espasmos…. De esto nos enteramos ya de vuelta a la ciudad. Experiencia aprendida: hay que tener MUCHO cuidado con Addy nos prepare tragos… estaremos saludables pero nos dormiremos sin pensarlo.
El trago de MelissaAl otro día los cogimos más suave todavía. Nos levantamos, desayunamos, nos fuimos para la playa, comimos de nuevo en Pizza Playa, nos fuimos para la playa, nos movimos de playa, nos quedamos en la playa… el asunto es que arrancamos para la ciudad después de las 5 de la tarde, buen despacio, con musiquita….
¡Un fin de semana de verdad excelente!
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