Aparentemente hay una confusión respecto a mi nacionalidad y al amor que siento hacia mi Patria.
No se confundan, yo no soy la más Dominicana de los Dominicanos. Nada que ver ni mucho menos….
Es más, la mayoría de mis amistades me relaja diciéndome que soy pro-yanqui…
Alguien por ahí quiso dejar entrever de forma un poco despectiva que la República Dominicana es un país de gente negra y atrasada, y por su forma de expresarse noté que el hecho de ser Dominicano quizás hasta le daba un poco de vergüenza…
No sabía que la nacionalidad tenía que ver con el color de nuestra piel o con los viajes y conocimientos que la persona tenga.
Volviendo a mí, vamos a analizarme íntegramente.
Soy blanca, estudiada, viajada y soy Dominicana.
Mi pasaporte en un principio fue rojo como la sangre, con el escudo dominicano bien grande. Como Migración lo cambió, ahora es azul, pero sigue teniendo el escudo y las palabras República Dominicana.
Tuve la dicha de estudiar toda mi vida en el mejor colegio bilingüe de nuestro país y en las mejores universidades. Soy profesional, hablo 3 idiomas, tengo 3 maestrías. A veces me cuesta expresarme en español, pues (desgraciada o agraciadamente) en las pruebas de aptitud que me hicieron en el colegio resultó que pienso en inglés y traduzco automáticamente al español, así que mi primera lengua es el inglés… Con mis amistades cercanas sólo hablo inglés y a veces francés. Prefiero los libros en inglés o en su lengua original, es decir, no traducidos al español. Mi dicción y mi gramática en inglés son cuasi-perfectas (sólo Dios es perfecto).
No por eso dejo de ser dominicana…
Dos de mis tres hermanos nacieron en el exterior: mi hermana en Guyana Inglesa y mi hermano en California. Mis padres emigraron a los Estados Unidos (específicamente a Chicago) cuando mi hermano mayor tenía apenas 42 días de nacido. Mis padres eran residentes de los EUA, y entregaron la residencia PORQUE QUISIERON cuando volvieron al país, antes de yo nacer. Mis raíces no son muy Dominicanas, mis antecesores eran españoles.
No por eso dejo de ser Dominicana...
No escucho merengue, lo bailo pero no lo escucho. A decir verdad, no me gusta el merengue. Ni la salsa, ni la bachata; detesto el reguetón (por sus letras llenas de violencia y groserías)…. No oigo música en español, mucho menos criolla. Tengo un iPod de 10 gigas llenó de música electrónica, techno, pop, rock, lounge… nada de merengue ni cosas latinas… No conozco los nombres de las agrupaciones merengueras de moda, ni siquiera las canciones. No escucho estaciones de merengue, sólo de “música americana”.
No por eso dejo de ser Dominicana...
Nunca me he montado en un carro público, nunca me he montado en una voladora, nunca he utilizado transporte público en general…
No por eso dejo de ser Dominicana...
No veo televisión local. No veo ni siquiera telecable. Sólo veo los programas de la parábola. No conozco los nombres y las caras de los personajes de la farándula local.
No por eso dejo de ser Dominicana...
Si de viajar se trata, he estado en todos los Estados de la Unión Americana, incluyendo al Estado Libre y Asociado de Puerto Rico. He viajado por América del Sur, Europa, Asia y Africa. Conozco la mayoría de las Antillas menores. Hasta viví en Canada.
No por eso dejo de ser Dominicana...
He tenido la gracia de nacer en el seno de una familia acomodada, de "apellido", y gracias al fruto de los esfuerzos de mis padres, en mi casa nunca ha faltado un plato de comida y todo lo que he querido (y lo que no he querido) lo he tenido, a veces hasta con creces. Toda mi vida he vivido en el medio del polígono central, “cerca de la Lincoln”. Si me sueltan “de aquel lado del puente” me pierdo (bueno, no me pierdo, me la busco). Sé lo que es quitarle los plásticos a un carro nuevo. Nunca he estado a pie. Desde que aprendí a manejar he tenido carro. Trabajo porque quiero, no por necesidad.
No por eso dejo de ser Dominicana...
No como mondongo, locrio, asopao, patica, como arroz habichuela y carne una vez a la semana. Si fuera por mí, sólo comería papas fritas, hot dogs, hamburguers, pizza… junk food.
No por eso dejo de ser Dominicana...
That said, soy más Aguilucha que cualquier cibaeño (y no soy cibaeña). Donde quiera que esté, grito a los 4 vientos que soy Dominicana y aunque me encanta viajar, para mí no hay mejor lugar que mi país. Pongo la mano sobre mi pecho cuando escucho el Himno, he recorrido las 4 esquinas de esta media isla y siempre que tengo la oportunidad, me voy de fin de semana al interior. Le rindo honor y respeto a mi bandera y me emociono cuando en tierras extranjeras veo un anuncio relacionado con mi país y proclamo orgullosa que soy de aquí.
Mis padres me enseñaron que todos somos hijos de Dios. Blancos, negros, mulatos, mestizos, hombres, mujeres, americanos, haitianos, franceses, ricos, pobres, clase media, mendigos… TODOS SOMOS HIJOS DE DIOS.
Yo no soy la más Dominicana, pero tampoco soy la menos. A lo mejor un hijo de inmigrantes dominicanos que haya vivido toda su vida, por ejemplo, en New York, sea más Dominicano que yo. Quizás hasta Alex Rodríguez y Félix Sánchez sean más Dominicanos que yo, quién sabe, a lo mejor quieren este pedacito de tierra con un amor más profundo que el que yo siento por ella…
Si tuviese que hacerlo, daría mi vida por mi patria.
La nacionalidad se lleva en el corazón, no en el lugar donde vivimos.
Dios, Patria, Libertad.
YO SOY DOMINICANA.
Es más, la mayoría de mis amistades me relaja diciéndome que soy pro-yanqui…
Alguien por ahí quiso dejar entrever de forma un poco despectiva que la República Dominicana es un país de gente negra y atrasada, y por su forma de expresarse noté que el hecho de ser Dominicano quizás hasta le daba un poco de vergüenza…
No sabía que la nacionalidad tenía que ver con el color de nuestra piel o con los viajes y conocimientos que la persona tenga.
Volviendo a mí, vamos a analizarme íntegramente.
Soy blanca, estudiada, viajada y soy Dominicana.
Mi pasaporte en un principio fue rojo como la sangre, con el escudo dominicano bien grande. Como Migración lo cambió, ahora es azul, pero sigue teniendo el escudo y las palabras República Dominicana.
Tuve la dicha de estudiar toda mi vida en el mejor colegio bilingüe de nuestro país y en las mejores universidades. Soy profesional, hablo 3 idiomas, tengo 3 maestrías. A veces me cuesta expresarme en español, pues (desgraciada o agraciadamente) en las pruebas de aptitud que me hicieron en el colegio resultó que pienso en inglés y traduzco automáticamente al español, así que mi primera lengua es el inglés… Con mis amistades cercanas sólo hablo inglés y a veces francés. Prefiero los libros en inglés o en su lengua original, es decir, no traducidos al español. Mi dicción y mi gramática en inglés son cuasi-perfectas (sólo Dios es perfecto).
No por eso dejo de ser dominicana…
Dos de mis tres hermanos nacieron en el exterior: mi hermana en Guyana Inglesa y mi hermano en California. Mis padres emigraron a los Estados Unidos (específicamente a Chicago) cuando mi hermano mayor tenía apenas 42 días de nacido. Mis padres eran residentes de los EUA, y entregaron la residencia PORQUE QUISIERON cuando volvieron al país, antes de yo nacer. Mis raíces no son muy Dominicanas, mis antecesores eran españoles.
No por eso dejo de ser Dominicana...
No escucho merengue, lo bailo pero no lo escucho. A decir verdad, no me gusta el merengue. Ni la salsa, ni la bachata; detesto el reguetón (por sus letras llenas de violencia y groserías)…. No oigo música en español, mucho menos criolla. Tengo un iPod de 10 gigas llenó de música electrónica, techno, pop, rock, lounge… nada de merengue ni cosas latinas… No conozco los nombres de las agrupaciones merengueras de moda, ni siquiera las canciones. No escucho estaciones de merengue, sólo de “música americana”.
No por eso dejo de ser Dominicana...
Nunca me he montado en un carro público, nunca me he montado en una voladora, nunca he utilizado transporte público en general…
No por eso dejo de ser Dominicana...
No veo televisión local. No veo ni siquiera telecable. Sólo veo los programas de la parábola. No conozco los nombres y las caras de los personajes de la farándula local.
No por eso dejo de ser Dominicana...
Si de viajar se trata, he estado en todos los Estados de la Unión Americana, incluyendo al Estado Libre y Asociado de Puerto Rico. He viajado por América del Sur, Europa, Asia y Africa. Conozco la mayoría de las Antillas menores. Hasta viví en Canada.
No por eso dejo de ser Dominicana...
He tenido la gracia de nacer en el seno de una familia acomodada, de "apellido", y gracias al fruto de los esfuerzos de mis padres, en mi casa nunca ha faltado un plato de comida y todo lo que he querido (y lo que no he querido) lo he tenido, a veces hasta con creces. Toda mi vida he vivido en el medio del polígono central, “cerca de la Lincoln”. Si me sueltan “de aquel lado del puente” me pierdo (bueno, no me pierdo, me la busco). Sé lo que es quitarle los plásticos a un carro nuevo. Nunca he estado a pie. Desde que aprendí a manejar he tenido carro. Trabajo porque quiero, no por necesidad.
No por eso dejo de ser Dominicana...
No como mondongo, locrio, asopao, patica, como arroz habichuela y carne una vez a la semana. Si fuera por mí, sólo comería papas fritas, hot dogs, hamburguers, pizza… junk food.
No por eso dejo de ser Dominicana...
That said, soy más Aguilucha que cualquier cibaeño (y no soy cibaeña). Donde quiera que esté, grito a los 4 vientos que soy Dominicana y aunque me encanta viajar, para mí no hay mejor lugar que mi país. Pongo la mano sobre mi pecho cuando escucho el Himno, he recorrido las 4 esquinas de esta media isla y siempre que tengo la oportunidad, me voy de fin de semana al interior. Le rindo honor y respeto a mi bandera y me emociono cuando en tierras extranjeras veo un anuncio relacionado con mi país y proclamo orgullosa que soy de aquí.
Mis padres me enseñaron que todos somos hijos de Dios. Blancos, negros, mulatos, mestizos, hombres, mujeres, americanos, haitianos, franceses, ricos, pobres, clase media, mendigos… TODOS SOMOS HIJOS DE DIOS.
Yo no soy la más Dominicana, pero tampoco soy la menos. A lo mejor un hijo de inmigrantes dominicanos que haya vivido toda su vida, por ejemplo, en New York, sea más Dominicano que yo. Quizás hasta Alex Rodríguez y Félix Sánchez sean más Dominicanos que yo, quién sabe, a lo mejor quieren este pedacito de tierra con un amor más profundo que el que yo siento por ella…
Si tuviese que hacerlo, daría mi vida por mi patria.
La nacionalidad se lleva en el corazón, no en el lugar donde vivimos.
Dios, Patria, Libertad.
YO SOY DOMINICANA.
5 comments:
Desgraciadamente, Huáscar, esa es mi realidad. No quiero que la gente piense que soy una come-m (aunque en su momento lo fui, pero eso forma parte del pasado). Lo que me da pique es la gente que quiere privarse en más fruta fina de la cuenta porque vive en el extranjero, porque habla inglés y porque ha viajado a par de sitios. No hice este comentario para dármelas de riquita ni mucho menos (mi riqueza es en espíritu, y esa es la que me importa. Mi cuenta bancaria con el señor está en azul, hay otros que la tienen en rojo). Como dije, para mí todos somos hijos de Dios, y trato igual a la señora que trabaja en mi casa y a mi jefa que es una tutumpota del medio; para mi las dos son personas iguales frente a los ojos de Dios (aunque desgraciadamente nuestra sociedad las vea y trate de manera diferente).
Si notaste algún tono de superioridad en mi comentario, por lo poco que me has tratado te habrás podido dar cuenta que no soy así. Modestia aparte, me considero una persona sencilla y que no hago alardes de lo que tengo (yo no tengo nada, todo me lo ha dado el Señor), PERO ME DA PIQUE QUE DENIGREN A LA GENTE POR SER DOMINICANOS.
No hay tierra más hermosa que mi Quisqueya querida... y al que le moleste haber nacido aquí y no quiera hablar nuestro idioma... que le vaya bonito, no lo necesitamos.
¡VIVA REPÚBLICA DOMINICANA!
Querida Bracutica,
He seguido tu blog desde hace un tiempo y me ha gustado siempre los temas que has tratado, soy uno de tus mas fieles admiradores. Viendo este articulo, con todo el cariño que te tengo sin conocerte, te hace ver un tanto arrogante. Al exponer que has viajado por aqui y por alla, que tu familia tiene plata ( que dios los bendiga), y que hablas tres idiomas etc etc etc, nos deja saber que necesitas que la gente sepa para que sepan que tienes, que puede que esa no fue el proposito de tu articulo, pero lamentablemente asi se puede tomar. Si tu fueses a otro blog, de otra persona, y esa persona ponga un articulo vendiendose como se puede tomar que estas haciendo en tu articulo, que pensarias de ella? Solo mira las cosas desde otros zapatos a parte de los tuyos, y te vas a dar cuenta de lo que hablo. Quiero que tomes este comentario critico, de parte de un admirador nada mas. Al mismo tiempo, cuando la gente te quiera hace sentir mal, insultarte a ti o tu nacionalidad, primero preguntate, por que esta esta persona haciendo esto? Cual es la razon detras del comentario y creeme que vas a salvarte muchos piques. Bueno Linda cuidate y continua con el blog, OH! ponme una foto de un YUNYUN que hace mucho que no veo uno!
Besos
Alex
Querido Alex:
Antes que nada quiero agradecerte que visites mi blog, eso me hace sentir que no es una pérdida de tiempo el exponer mis pensamientos al escrutinio público.
Referente a este blog, entiendo que podría sonar un poco prepotente de mi parte, pero te aseguro que no es así. Para entender lo que quiero decir, hay que conocer y analizar el trasfondo de todo...
Estoy segura que muchas personas lo verán desde ese punto de vista, pero puedes estar tranquilo, no soy lo que aparento ser con este posteo. Lo que sucede es que hay personas que se creen más que otras porque Dios los ha bendecido con bienes materiales y esto les da un falso sentido de superioridad.
Creo en la resurrección de los muertos y en la vida futura al lado de Jesús. Los bienes materiales se quedan en este mundo, no se van con uno al cielo o al infierno (como existe lo bueno, existe lo malo). Uno sólo se lleva consigo la tranquilidad de espíritu y la satisfacción de haber hecho lo posible por lograr cumplir a cabalidad las enseñanzas de Dios.
Quizás no supe expresarme correctamente, quizás no fui lo suficientemente clara al tratar de plasmar aquí lo que siento. Pido disculpas si alguien se ha sentido ofendido. En ningún momento ha sido mi intención tratar de hacer que los demás se sientan menos que yo. Lo dije y lo repito, para mí todos somos iguales, hijos de Dios, sin distinción se sexo, raza, creencia o nacionalidad. Le pido a Dios que toque los corazones de aquellos que creen falsamente que están en un nivel superior a los demás porque han tenido la dicha de disfrutar de cosas que los demás por puras circunstancias no han podido alcanzar.
Contrario a lo que muchos piensan, el dinero no da la felicidad ni tampoco la compra. Conozco a muchas personas que pueden darse el lujo de no trabajar y vivir cómodamente el resto de sus vidas, y sin embargo son más infelices que el limpiabotas que pasa todos los días por mi casa.
Entiendes mi punto?
No importa que hayas viajado alrededor del mundo, no importa que hables 5 idiomas, no importa que vivas en una comunidad de raza blanca… eso no te va a garantizar tu entrada al cielo. Quizás mañana algo te suceda y te quedes sin un chele colorado… La felicidad no está en lo material… eso no es lo que debe diferenciar a las personas….
Siempre trato de analizar las cosas desde el punto de vista de los demás, por eso me considero una persona imparcial, pero hay cosas que me dan un coraje!!
Que conste que no soy Santa Bracuta (he roto varias docenas de vajillas en mi vida), pero trato de dar lo mejor de mí porque eso es lo que me enseñaron. No soy perfecta, es ilógico pensar que a todo el mundo le voy a caer bien y que todo el mundo va a estar de acuerdo conmigo (si fuera así, la vida sería muy aburrida). Respeto lo que piensan los demás aunque a veces no esté de acuerdo con ellos y espero de ellos el mismo respoto que les he dado, pero eso no le dá motivos ni derecho a nadie a ofender ni mofarse del otro, mucho menos cuando estoy consciente de que en este caso he actuado de buena fe y sin intención de ofender o herir a nadie.
Gracias de nuevo y espero que me hayas entendido mejor después de esto…
P.S. Ya hice un posteo de un yun yun! Visita:
http://bracuta.blogspot.com/2004/10/yun-yun.html
Si quieres otra foto me avisas, veo frieros todos los días....
Querida Bracuta,
Entiendo lo que dices, y es cierto, se necesita un entendimento mas profundo de la situacion para entender el significado de tu argumento. Entiendo que a veces te enojen las cosas, eso nos pasa a todos. Yo de mi parte he pasado mi par de pique asi como tu, con gente como tu las describes, plasticas, imaginate yo vivo en miami, una ciudad que puede ser igual o tan plastica como puede ser algunas personas santo domingo/santiago. Lo bueno de nuestra patria es que cuando hablas con la mayoria de la gente, el calor, la humildad y calidad humana que exhibe el tipico dominicano, simplemente no tiene comparacion. Bueno, te dejo por ahora, espero que todo te vaya bien, gracias por la foto del YUNYUN, se me hizo la boca agua al ver la foto, y me llevo leeeeeejos en mis tiempo en el colegio.
Abrazos!
Alex
Hola. No te conozco, nunca había visitado tu página, y para ser sincero es la primera vez que visito un blog. Realmente no se ni como llegue a ella.
Pero así son las cosas.
Por curiosidad me puse a leer, y a la verdad que me encanta Tu estilo.
Leí tu exposición de “Dominicana” y los subsiguientes comentarios. WOW.
Aunque mis condiciones no son exactamente como las tuyas, pero en el fondo son muy parecidas. Me encantó la forma en que lo pones. Estoy 100% contigo.
A mi me sucede algo parecido, pues nací en Londres pero soy hijo de dominicanos netos, que las circunstancias lo llevaron a tierras lejanas. Pasé mi niñez en EU y desde mi adolescencia he vivido en la RD, con una serie de viajes y experiencias desde entonces.
Lo cierto es que aunque no pueda decir que he vivido o me gustan todas esas cosas que otros entienden que son las que te hacen dominicano. Me siento y soy tan Dominicano como el que más. Si no gano por lo menos empato.
Te entendí perfectamente y me trajiste una sonrisa a mis labios.
Gracias a Dios por Quisqueya la bella, la tierra más linda que ojos jamás hayan visto.
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