En un lugar del mundo hay un edificio donde viven muchas personas. Estas personas contrataron a un señor para que se encargara de organizar el edificio. Entre las funciones del señor estaba la de mantener el edificio y los patios que lo rodean limpio.
Resulta que no todas las personas que viven en el edificio son inteligentes ni tienen educación. Por eso, algunos de ellos tiran la basura por la ventana, sin pensar que la basura está cayendo en el patio del edificio donde todos viven, incluyéndolos a ellos.
Hay muchos edificios como ese en el mundo. De pronto un día un grupo de gente decide organizarse y en conjunto hacer el trabajo de limpieza que los encargados de los edificios no están haciendo. Hacen una actividad mundial y se acuerda que el próximo año se va a volver a hacer la misma actividad.
En el edificio que nos concierne los habitantes del mismo coordinan con el encargado para hacer la actividad de limpieza. Se pasan un año hablando de lo mismo. Tanto es así que las fundas que irían a usar para recojer la basura las había proporcionado el encargado (tenían su nombre impreso en letras grandes). Ya a pocas semanas de la actividad se amarran todos los cabos sueltos. La propaganda de la actividad de limpieza es fuerte. Todo el mundo está enterado. Es una actividad mundial y todo el mundo va a tener los ojos sobre ella.
Y el día antes de la actividad el encargado, o mejor dicho, los empleados del encargado limpian el patio del edificio.
¿Será que al encargado le dió vergüenza que los habitantes del edificio decidieron "tomar el toro por los cuernos" y hacer el trabajo que él no hace y que no ha hecho nunca y por el cual le están pagando?
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Luego de recibir el Viernes por la noche la agradable noticia de que nuestro Ayuntamiento del Distrito Nacional había decidido, un día antes de la actividad de limpieza de la cual estaba enterado y que se había programa en coordinación con dicha institución, había procedido a limpiar por completo la Playa de Güibia, asistí con Camila al punto de encuentro de la actividad (donde estaba la "Llave de Corporán" y tiempo después la "Fuente Cibernética", es decir, donde la Ave. Máximo Gómez desemboca en la Ave. George Washington). Ahí me encontré con Ada y Edward su hijo y les informé, tal y como me habían informado a mí, que la actividad se había trasladado a la playa que está contígua al Fuerte San Gil y el Obelisco Hembra, es decir, a la Playa del Matadero.
Al igual que el año pasado, la actividad estaba siendo organizada localmente por la Fundación Vida Azul en coordinación con Ocean Conservancy.
Tristemente, en la actividad de este año reinó el caos. Muchos voluntarios, me atrevería a decir que más que el año pasado en Güibia, no lograron lo mismo que se logró el año pasado. No me tomen a mal, pero las cosas hay que decirlas. Entiendo perfectamente el motivo: tantos meses coordinando para que saliera todo a la perfección y de pronto a último minuto hay que trasladarlo todo y comenzar desde cero.
El desorden
Los voluntarios
Obviamente no hubo tiempo de hacer nada con respecto a la organización, y no fue culpa de Vida Azul. Me consta que ellos hicieron mucho más allá de lo posible, pero las circunstancias les impidieron coordinar como era necesario. Las zonas no estaban determinadas, las instrucciones no se dieron a los participantes, duraron un rato en repartir los instrumentos de trabajo (este año no hubo lápices, así que el que no llevó lápiz o lapicero no pudo anotar). Nadie estaba supervisando, la gente estaba limpiando por todas partes (a diferencia del año pasado que cada cual limpiaba su área). Nosotros por nuestra parte (y cuando digo nosotros quiero decir el grupo que conformamos, tratamos de hacerlo organizado, comenzamos a contar y a anotar, pero ya al final, con el caos reinante, decidimos dejar de hacerlo y simplemente limpiar). Me apena decirlo pero en mi carro está la hoja donde hicimos nuestras anotaciones. Cuando me marché todavía Ada y sus familiares estaban trabajando y no encontré a nadie a quien entregarle la hoja.
No obstante lo anterior, lo importante fue que se trató de cumplir con el cometido: limpiar la playa.
Señores, si Güibia estaba sucia el año pasado, esta playa estaba asquerosa. Fue increible la cantidad de basura que encontramos. Para decirles cuando llegué yo sólo vi arena en la orilla del mar; el resto de la playa era puras botellas plásticas. Cuando por fín logramos descender caminé sobre un mar de botellas para poder llegar a la zona que decidimos limpiar.
La playa
Inmediatamente pusimos manos a la obra. No se podía perder más tiempo del que ya se había perdido.
Este es nuestro grupo de trabajo:
El grupo de trabajo
Basura va y basura viene. No obstante, y para que vean que la tierra lucha y trata de sobrevivir, en ocasiones nos encontramos verdor entre tantos desperdicios:
Camila y una matita
Agradable fue también encontrarnos con varios compañeros y amigos de Twitter, quienes también pusieron su granito de arena para limpiar nuestras playas:
Kiki
Carloe
Al igual que el año pasado, este año llovió. Ahí se bajaron los ánimos y muchos de los voluntarios se fueron. No obstante, algunos se quedaron ayudando. Cuando me fui, todavía quedaban personas trabajando. Así estaba la playa al momento de irme:
Así quedó
Espero que nuestro flamante y cumplidor Ayuntamiento del Distrito Nacional haya por lo menos recojido las fundas de basura.
Fundas
No puedo decir que en la playa que trabajamos la actividad fue 100% exitosa. Es más, me atrevo a decir que se logró limpiar en un 50% la playa. Era demasiada basura y quizás la falta de organización no ayudó mucho.
No quiero terminar el post sin decir lo siguiente:
Como dije cuando llegué a la actividad, ahí estaba yo para recojer la basura que yo no había botado.
Estas actividades son excelentes, pero no hacemos nada si no creamos conciencia. No hago nada con recoger 300 botellas plásticas si en el momento en que estoy recogiendo los que viven en la rivera del Río Ozama, de donde vino toda esa basura, están tirando la basura al río.
Algo tenemos que hacer. Jornadas de concientización, darles cursos y charlas, enseñarles el daño que están haciendo, no sólo a nuestro país sino a todo el mundo.
Yo no se si alguien de alguna institución que haga ese tipo de cosas esté leyendo esto, pero por si acaso formalmente me pongo a la disposición de cualquier institución y les ofrezco mi tiempo GRATIS para trabajar en esto. Yo quiero hacer algo. Por favor, utilicenme. No es mucho lo que puedo dar. Por ponerles un ejemplo, mi participación en estas jornadas de limpieza es super limitada por mi problema de la espalda (me agaché como 4 veces para recojer y en la noche la espalda me estaba reclamando), pero yo tengo manos, boca, cerebro... yo puedo ayudar no sólo asistiendo a estas actividades sino, que se yo, dando clases, enseñando, educando.
Por favor, salvemos nuestro planeta.
Les dejo con este letrero que estaba a la entrada de la playa. No se si lo pusieron ahí por la actividad o si siempre está, pero tienes datos muy interesantes.
Nos veremos el año que viene... a ver si el Ayuntamiento decide limpiar el resto de las playa que componen el Malecón (ojalá lo hagan).
Si quieren ver más fotos pueden hacer click aquí.
Monday, September 21, 2009
Limpiando lo no limpiado...
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1 comments:
Qué te digo? Yo em quedé con las ganas de ir, pero pienso igual que tú, las jornadas serán estériles hasta tanto se haga un trabajo muy profundo de concienciación de la ciudadanía... Es increíble ver ls fotos de Carloe y ahora las tuyas: Todo eso salió de algún sitio, no llegó ahí sola!! No tanto las personas del rio, sino también los miles de visitantes que tiene el Malecón todas las noches... Es increíble como no nos importa nuestro país y fuera slaimos buscando los zafacones... INCREIBLE!
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