Monday, May 29, 2006

El asote del Día de las Madres.

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Imágen de http://www.memo.com.co/

El ser humano necesita seguridad y tranquilidad. Necesita un lugar en el que pueda sentirse cobijado y resguardado. Ese lugar es usualmente su casa.
No hay peor sentimiento que el sentirse inseguro en su casa.
Esto es lo que pasa cuando alguien violenta la seguridad del hogar y se mete a robar.
Hace par de años atrás, unos ladrones se metieron en el apartamento de mi hermano a robar. Gracias a Dios que mi hermano estaba en mi casa cuando la compañía de seguridad le llamó para decirle que la alarma se había disparado y que cuando él, mi otro hermano y mi primo se toparon con los ladrones estos no les hicieron nada.
Todavía la piel se me pone de “gallina” al recordar ese Domingo hace ya unos cuantos años cuando, luego de pasarme el día en el interior del país junto a mis padres, fui a abrir la puerta de entrada de mi casa y sentí que el corazón se me iba al piso cuando sentí que el manubrio estaba abierto y descubrí que alguien había entrado a mi casa y le había llevado todas las prendas a mi mamá. Ella duró meses llorando, no sólo por el valor material de las cosas sino por el valor sentimental que tenían (había prendas heredadas de generaciones). Cuando comenzaron a atrapar a los implicados (10 en total), uno de ellos dijo que no sabía nada del caso no obstante habérsele encontrado varios anillos de mami en el bolsillo. Y pensar que tiempo después, en una visita al Procurador, uno de los Policías que siempre están de “asistentes” estaba jugando con una de las morocotas que habían robado de casa (mami la reconoció inmediatamente).
Hoy están todos suelto y robando a dos manos en la calle.
Ayer una de mis mejores amigas salió a almorzar con su papá y su mamá. Ella vive en un penthouse de Naco, en un edificio con puertas de acceso restringido (hierros y vigilante). Cuando llegaron de almorzar se encontraron con la desagradable sorpresa de que alguien se había metido en su casa y había robado.
Los detalles no los divulgo por si acaso la Policía en algún momento de se decide a hacer su trabajo y atrapar a estos ladrones, que aparentemente son los mismos de varios casos por el mismo modus operandi.
Años atrás en este mismo edificio desconocidos interceptaron a una señora mientras se bajaba del carro en el parqueo dentro del edificio. Se armó un tiroteo (en pleno parqueo), donde mataron a uno de los ladrones e hirieron de gravedad al vigilante.
Este edificio está a dos esquinas del Destacamento Policial Naco, que está donde la Gustavo Mejía Ricart desemboca en la Ortega y Gasset.
Cada día la cosa se va poniendo peor y peor en nuestro país. Cada día salgo más intranquila a la calle. Cada día se va convirtiendo hasta peligroso estar en su propia casa.
Y eso que la mayoría de los casos que ocurren no salen a la luz pública. Recuerdo hace varios años el de una joven que fue interceptada por desconocidos cuando entraba a su carro en el parqueo de una ferretería de la John F. Kennedy. Todavía debe tener pesadillas con los tipos que la violaron. Me cuentan que la semana pasada en el parqueo de un centro comercial de la Tiradentes desconocidos interceptaron a dos jóvenes mientras abordaban su carro y también las violaron.
El Sabado mientras yo estaba en el salón (en Bella Vista Mall), atraparon a un ladrón que estaba “cartereando” en la plaza, aprovechando el flujo de personas por la celebración del Día de las Madres. Lo más simpático del caso: al tipo lo habían apresado el día anterior en el mismo sitio por la misma razón.
¿Qué hacía ese hombre suelto?
¿Hasta cuándo vamos a vivir en esta zozobra? ¿Hasta cuando?
Definitivamente aquí falta una mano dura que arremeta contra la delincuencia. Candelier intentó, pero no sé qué pasó. Trujillo podía haber tenido un millón de cosas malas, pero si algo bueno hizo fue que acabó con la delincuencia.
El sistema carcelario de nuestro país es un disparate. Aquí la gente no se regeneras. Es más, el que va a la cárcel por un robo simple sale convertido en todo un profesional de la delincuencia.
Aquí no hay solución. Todo va cada día de mal en peor y las autoridades no hacen NADA para solucionar este problema más que pasearse por las calles con sus jeepetas nuevas, “atrapar” a los delincuentes menores y soltarlos el mismo día a cambio de dinero.
La Policía sabe muy bien quiénes son y dónde están. El problema es que, por razones que sólo ellos conocen (pero que son de todos conocidas) no hacen NADA para solucionar definitivamente esta situación.
(¿Qué habrá pasado con los intercambios de disparos? Un poco rudos, pero esos por lo menos quitaban delincuentes de las calles).
Mientras tanto, seguiremos viviendo en un estado de inseguridad…

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