La organización es la clave del éxito

Ayer Annush me llamó temprano en la tarde para proponerme que fuéramos a una marcha que la gente de 809k estaba organizado en protesta de las medidas tomadas por el Gobierno contra la criminalidad, más bien no contra dichas medidas sino contra el impacto negativo que las mismas tienen contra la vida nocturna de la juventud Dominicana.
Tomando en consideración que para mí los Domingo son días sagrados de descanso (si el Señor descansó el Domingo durante la creación, ¿por qué no puedo hacerlo yo, que soy una simple pecadora mortal?), el yo pararme de la cama fue todo un sacrificio. Pero la causa valía la pena.
Hago tantas cosas y a la vez nada los Domingos: me levanto relativamente tarde, me añoño con Dax (el Domingo es el día de Dax), veo mucha televisión, chequeo los emails que no he podido leer durante la semana, me pongo al día con mi lectura de blogs, comparto con mis padres, etc. Pero, como ya van par de personas que me han dicho (algunos en los términos no más correctos) de que me quejo pero no hago nada para resolver la situación, decidí ir a la marcha.
Sirva destacar que hasta que Annush me llamó yo no sabía nada de la marcha, pero cuando entré a la página de 809k ahí estaba la info y hasta varias respuestas de personas que supuestamente iban a asistir.
La idea era la siguiente: la marcha iba a ser de 2 a 6 de la tarde en el “Malecón Libre”, desde la Máximo Gómez hasta el Obelisco Macho. Se les pedía a los participantes que se vistieran con algo verde en señal de protesta. Era muy sencillo.
Retomando la historia, me paré de la cama, me bañé y fui a buscar a Annush para ir a comer algo antes de ir al Malecón. En todo el camino iba sintiéndome muy bien; ¡por fín iba a hacer algo proactivo para reclamar mis derechos!
Cuando íbamos transitando por la George Washington casi llegando a la Máximo Gómez, esperaba ver aunque fuera par de personas vestidas de verde, pero no vimos nada. Doblamos Máximo Gómez hacia arriba, doblamos en la Independencia y de nuevo en la primera esquina a la derecha para podernos estacionar.
Bajamos al Malecón: NADA.
Fuimos a la Máximo Gómez: NADA.
Caminamos por el Malecón: NADA.
Llegamos al Obelisco Macho: NADA.

Esperamos, vimos, observamos… : NADA.
Ni siquiera había gente identificado como de 809k.
O sea, sacrifiqué mi tarde de Domingo para darle apoyo a la gente de 809k en su marcha, y NADA.
No había nadie vestido de verde (aparte de Annush y par de gente que estoy segura no estaban ahí por la marcha.
Jóvenes, así no se hacen las cosas. Si ustedes convocan para algo, por lo menos tengan la delicadeza de informar si no se va a llevar a cabo el evento para el cual convocan. El tiempo es oro y es muy descortés de su parte hacerles perder el mismo a los demás.
Por otro lado, esto que pasó sólo les da a demostrar a aquellas personas que están de acuerdo con el atropello de nuestros derechos que nosotros no somos más que un reguero de carajitos desorganizados, que ni siquiera somos capaces de hacer una convocatoria e ir a nuestro evento.
Por eso es que después no nos toman en cuenta.
Su actitud deja mucho que desear. Sobre todo porque a ustedes se les va a juzgar doble, ya que son el portal cuasi oficial de la cultura electrónica dominicana y no tengo que decirles lo mucho que la misma ha sido atacada en los últimos tiempos.
Si queremos que nuestras voces se escuchen, deben actuar responsablemente y demostrar que somos adultos conscientes.

Y pensar que cuando iba saliendo mis padres me dijeron que no fuera a la marcha para evitar problemas y mi mamá hasta me dijo que yo estaba equivocada porque las medidas del gobierno eran correctas. O sea, casi casi entro en una discusión con mis padres por esto. Imagínense la vergüenza que me dio cuando llegué y al preguntarme les dije que nadie había ido. Hasta ellos pensaron que los que estamos en contra de las medidas no somos más que muchachitos que estamos pataleando porque no queremos llegar temprano a nuestras casa.
Que vergüenza.

Por otro lado, por lo menos respiré un poco de aire fresco (bueno, ni tan fresco porque había una conjunción de olores cloacales grandísimos, pero whatever) y di mi caminadita (para que el pelo se me ensuciara con el salitre y el sudor).
Algo bueno fue que conocí a una de mis lectoras, Eloísa, quien trabaja en el Departamento de Migración del Aeropuerto de La Isabela (si no me equivoco):

Nada, espero que para la próxima (si es que hay) la cosa esté más organizada.