El Domingo fui con papi y mami a comer a Les Fondues. Como era de imaginarse, de fondue sólo comimos el postre (el fondue de chocolate me mata, y eso que no soy dulcera). El servicio ha mejorado muchísimo y la comida estuvo de lo más buena, así que si quieren se pueden dar una vueltecita por allá.
Cuando salimos del restaurante, Fabio llamó para que le lleváramos helado (¡qué antojos los del diabético a dieta!). El asunto es que nos paramos en el Batman y Robin (a.k.a. Baskin Robbins) que está cerca de casa. Ahí me llamó Rosita que estaba antojada de comer helado, así que la pase a buscar camino a casa (se salvó de que vivimos a 1 cuadra, porque si no se hubiese tostado como un maní). La compradera de helado se tornó en una vueltecita para comprar cerveza y hablar disparates. Terminamos sentadas en el contén de casa bebiéndonos nuestras respectivas verdosas y llamamos a Memo para que nos diera unas vueltas en el four wheel. Silvia, Judith, Fabio, Javier, Camila, Cookie y Chalupa se nos unieron y nos la pasamos montando four wheel y relajando.
Cuando salimos del restaurante, Fabio llamó para que le lleváramos helado (¡qué antojos los del diabético a dieta!). El asunto es que nos paramos en el Batman y Robin (a.k.a. Baskin Robbins) que está cerca de casa. Ahí me llamó Rosita que estaba antojada de comer helado, así que la pase a buscar camino a casa (se salvó de que vivimos a 1 cuadra, porque si no se hubiese tostado como un maní). La compradera de helado se tornó en una vueltecita para comprar cerveza y hablar disparates. Terminamos sentadas en el contén de casa bebiéndonos nuestras respectivas verdosas y llamamos a Memo para que nos diera unas vueltas en el four wheel. Silvia, Judith, Fabio, Javier, Camila, Cookie y Chalupa se nos unieron y nos la pasamos montando four wheel y relajando.
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