Anoche Rox estaba en casa revisando su email en lo que yo veía Alias y CSI:NY (y grabando Jack & Bobby). Aprovechó y se conectó al Messenger y se puso a hablar con una amiga, quien le comentó que quería armar un can para ir a La Vega el Domingo. Le dijo que estaba casi segura de que yo iría, ya que yo era “de bonche”.
Not anymore, Ivanoska, not anymore.
Ahora, en mi época de universidad, la historia era diferente. Yo estaba como el arroz blanco, en el medio. No respetaba ni siquiera los Lunes, salía todos y cada uno de los días de la semana. Yo no tenía bandera, siempre había una buena excusa para salir de bonche. Sólo había que mencionar bonche y yo era la primera en apuntarme. Allá en la lejanía de la historia, mis canchanchanas y yo éramos fijas en Café Atlántico, Alexander-String Fellow-Las Pilas, Vértigo (¡ay, si esa segunda planta hablara!), Neón, Tops-Euroclub, Gasoline, Exquesito, y su primo que estaba en la Zona Colonial (no recuerdo cómo se llamaba, pero tenía unas peceras gigantes, después pusieron una discoteca que se llamaba “Downtown” en el local), Tacos del Sol, H&H…
Y ni hablar de coger carretera. En la Semana Santa del 93 conocimos a un grupo de Mocanos en Puerto Plata (un saludo a mis queridos Lucas, Ariel, Tito, Miguelito, “Bate” y a todo el grupo),y nos hicimos uña y mugre. A cada rato cogíamos para Moca a visitar a los muchachos, íbamos a Jarabacoa y nos hicimos fijas en el carnaval de La Vega. Como tengo familia en La Vega (mi mamá se crió allá y mi tío y varios familiares todavía viven allá), para mi el Carnaval no era nada nuevo ya que desde chiquita lo estaba viendo, pero mis amigas nunca había ido. Nos hicimos amigas de los integrantes de “La Fieras”, uno de los grupos de “Diablos” que participan en el Carnaval, e íbamos todos los fines de semana a bonchar para allá.
No sé cómo sobreviví esa época y no sufrí de agotamiento físico. Those were the good times, and they rolled
¿Quién iba a decir que hoy en día mis amigas tienen prácticamente que obligarme a salir de mi casa?
Anyways, si, voy este Domingo para La Vega. Aunque me gusta quedarme durmiendo en mi casa los Domingos (y todos los demás días), les prometí a mis compañeras de la oficina que las iba a llevar a vivir la experiencia del Carnaval. La última vez que estuve en La Vega para el Carnaval fue hace 3 ó 4 años, y luego de que me abrieron la jeepeta y me robaron todo lo que tenía dentro (incluyendo mi bulto de ropa, ya que me había ido de fin de semana por que mi amigo Michael se casaba en Bonao), prometí que mas ni never iba a volver al Carnaval, aparte de que si me dan un vejigaso me quedo dura ahí y hay que llamar a Movimed para que me traiga corriendo. El Domingo me voy temprano para dejar la jeepeta en casa de mi tío (que vive en la calle principal, y ésta la cierran cerca de la 1:00 p.m.) para evitar problemas.
Ya saben, si ven una CR-V mamey en la carretera a “tó lo que dá”, con una calcomanía de NCC y una de Apple en el vidrio trasero, salúdenme, que esa soy yo….
Not anymore, Ivanoska, not anymore.
Ahora, en mi época de universidad, la historia era diferente. Yo estaba como el arroz blanco, en el medio. No respetaba ni siquiera los Lunes, salía todos y cada uno de los días de la semana. Yo no tenía bandera, siempre había una buena excusa para salir de bonche. Sólo había que mencionar bonche y yo era la primera en apuntarme. Allá en la lejanía de la historia, mis canchanchanas y yo éramos fijas en Café Atlántico, Alexander-String Fellow-Las Pilas, Vértigo (¡ay, si esa segunda planta hablara!), Neón, Tops-Euroclub, Gasoline, Exquesito, y su primo que estaba en la Zona Colonial (no recuerdo cómo se llamaba, pero tenía unas peceras gigantes, después pusieron una discoteca que se llamaba “Downtown” en el local), Tacos del Sol, H&H…
Y ni hablar de coger carretera. En la Semana Santa del 93 conocimos a un grupo de Mocanos en Puerto Plata (un saludo a mis queridos Lucas, Ariel, Tito, Miguelito, “Bate” y a todo el grupo),y nos hicimos uña y mugre. A cada rato cogíamos para Moca a visitar a los muchachos, íbamos a Jarabacoa y nos hicimos fijas en el carnaval de La Vega. Como tengo familia en La Vega (mi mamá se crió allá y mi tío y varios familiares todavía viven allá), para mi el Carnaval no era nada nuevo ya que desde chiquita lo estaba viendo, pero mis amigas nunca había ido. Nos hicimos amigas de los integrantes de “La Fieras”, uno de los grupos de “Diablos” que participan en el Carnaval, e íbamos todos los fines de semana a bonchar para allá.
No sé cómo sobreviví esa época y no sufrí de agotamiento físico. Those were the good times, and they rolled
¿Quién iba a decir que hoy en día mis amigas tienen prácticamente que obligarme a salir de mi casa?
Anyways, si, voy este Domingo para La Vega. Aunque me gusta quedarme durmiendo en mi casa los Domingos (y todos los demás días), les prometí a mis compañeras de la oficina que las iba a llevar a vivir la experiencia del Carnaval. La última vez que estuve en La Vega para el Carnaval fue hace 3 ó 4 años, y luego de que me abrieron la jeepeta y me robaron todo lo que tenía dentro (incluyendo mi bulto de ropa, ya que me había ido de fin de semana por que mi amigo Michael se casaba en Bonao), prometí que mas ni never iba a volver al Carnaval, aparte de que si me dan un vejigaso me quedo dura ahí y hay que llamar a Movimed para que me traiga corriendo. El Domingo me voy temprano para dejar la jeepeta en casa de mi tío (que vive en la calle principal, y ésta la cierran cerca de la 1:00 p.m.) para evitar problemas.
Ya saben, si ven una CR-V mamey en la carretera a “tó lo que dá”, con una calcomanía de NCC y una de Apple en el vidrio trasero, salúdenme, que esa soy yo….
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