Este artículo salió publicado en la sección Happenin de la revista FlowMag del mes de febrero:
"Los asombrados clientes de un nuevo restaurante en la playa, famoso por sus atardeceres, vieron como se llevaban a una joven que luego de varias rondas de bebidas, parecía indispuesta. La sorpresa fue mayor, cuando esta regresó a la media hora y visiblemente molesta, estrelló uno de los platos de las mesas del medio. Moraleja: los trapos sucios se lavan en casa. Los platos rotos, también."
"Los asombrados clientes de un nuevo restaurante en la playa, famoso por sus atardeceres, vieron como se llevaban a una joven que luego de varias rondas de bebidas, parecía indispuesta. La sorpresa fue mayor, cuando esta regresó a la media hora y visiblemente molesta, estrelló uno de los platos de las mesas del medio. Moraleja: los trapos sucios se lavan en casa. Los platos rotos, también."
En defensa de mi amiga, cuenten la historia completa: En Aura (lugar de los hechos), a mi amiga le botaron su tarjeta CASH. Ella estaba expresando su molestia, ya que es inconcebible que en un retaurante de esta clase anden botando tarjetas de crédito y débito así por así. Tomó el plato y este SIN QUERER se rompió...
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